Los problemas emocionales y de conducta son la única salida que encuentran los menores para enfrentarse a un sufrimiento que les afecta pero que no entienden.
Estos trastornos de conducta en niños y adolescentes suelen responder a múltiples causas, como la situación familiar, el contexto socio-educativo o factores de personalidad.
Son trastornos habituales en la mayoría de la población infantil, pero es importante seguirlos de cerca y trabajar la comunicación con los padres y, también, con el centro escolar. Y es que un cambio de comportamiento puede estar causado por una alteración emocional.