Partimos de sus aprendizajes previos y potencialidades, a raíz de los que andamiar aprendizajes posteriores, fomentando una participación activa del alumno, como por ejemplo, en la elaboración de objetivos a desarrollar durante el curso, en la creación o elección, siempre que sea posible, del propio material sobre el que trabajar… teniendo presente los intereses y preferencias del niño, ya que entendemos que la motivación es el motor del aprendizaje.
Por todo ello, atendiendo a las dificultades y características individuales que pueden presentar los niños y niñas podemos planificar una u otra intervención.